"Esqueje"

 

Mueve mis caricias con tus manos

hasta que llegue

el fin del universo,

sigue meciendo la cama

simula ser

esqueje en mi cuerpo.

No sé que estambre

me une a ti

que sin estar cosida

deseo seguir cosiendo.

 

 


 

 "Fue"

 

No me hizo feliz

ni el libro,

ni la tarta de nata

que comí con la vista,

ni el anillo

que invitaba a una

vida junto a ti,

fue

mi pseuda muerte

al morder la manzana

en vaivén sobre ti.

 


 

 "Sin letrero"  

 

No hay letrero

de coto privado de caza,

pero son tuyas,

en la piel están

todas las caricias,

las ternuras todas,

todas las humedades

de tu reserva y la mía.

 

Vivir para tenerte,

vivir esos cinco minutos,

en donde redondeas

mis ovillos de placer.

 

 


 

 "Sur"

 

Al sur de tus pechos

duerme el mirlo prometido,

al sur de tu vientre

perpetuo deseo,

intentar despertarlo

dándole mi comida

o dándole agua

pero vuela sin querer.

 


 

"Frambuesa"

 

Cacao de frambuesa

en la arboleda llevabas,

evité besarte

a pesar de lo ocurrido,

me excitó el diseño

sin estudio o sí

de Ágatha.

De frambuesa tu cacao,

mental el mío,

a cacao de frambuesa

sabe mi primer labio.

 

 


 

 "Pantagruélico cuerpo"

 

Debajo de tu pecho

estaba el mar,

tus ojos

mirabel de deseo

como margarita

me llamaban,

con ecuóreos movimientos

llenamos el mar con los ojos.

 


 

 "Insolación."

 

Roja desnuda

en la cama de agosto

y dolorida por la piel

te miraba.

 

Dormías roja de silencio,

yo diablo

te iluminaba como linterna

con ojos de deseo,

no escuchaba nada

sólo tu respiración.

 

Quería sentirte

in puris naturalibus

mas qué diría tu piel,

era un diablo,

maldije al sol

por no amarte ese día.

 

 

(c) María José Mures

 

 

 

 

 



 

 

 

 

María José Mures  nace el 4 de Abril de 1970 en Fernán Núñez, Córdoba,España, es la menor de siete hermanos. Es diplomada en Educación Especial por la Universidad de Córdoba y habilitada en Educación Infantil por la UNED. Es Máster en logopedia “Rehabilitación de los trastornos del lenguaje y el habla” por la Universitat Politècnica de Catalunya.

Publicó su primer libro de poemas Antes del Amor, Fernán Núñez, 2001, libro que  fue presentado por María Rosal.

Su segundo libro, Zahorí, Valencia, 2004, y prologado por Mª Ángeles González Gudino: “recoge 52 relatos cortos, que fueron escritos a lo largo de más de una década , ya que entre los muchos que se encuentran fechados, nos encontramos algunos de 1992 junto a otros del 2003”. Son relatos llenos de imaginación, en ocasiones se pueden entrever algunas de sus vivencias, en las que predominan el amor puro, repasa también sentimientos tan importantes como la amistad, nostalgia, naturaleza y la mezcla de la cultura árabe y cristiana en Andalucía.

El tercer libro de poesía erótica, "Cambalache", editado por Torremozas, Madrid, 2005, fue prologado por Aimée G. Bolaños.

Está incluida en la Antología de poetas de Fernán Núñez, 2006. Además próximamente aparecerá en la antología de poesía homoerótica de la Revista Alforja de Méjico de Odette Alonso.

Ha colaborado en el libro Romances y Canciones de Amor II, edición patrocinada por la Diputación Provincial de Ciudad Real, 2006.

En el 2002 gana el segundo Premio de Poesía en Alfafar, Valencia. Ya desde pequeña cuando cursa sus estudios de bachillerato también logra el primer premio de poesía en el instituto en donde estudiaba.

Fue directora adjunta de la Revista de Feria de su localidad durante dos años y después formó parte del grupo de redacción. Su producción poética y narrativa aparecen en revistas como ALHUCEMA, CAÑOS DORADOS y otras con soporte digital.

Su primer recital de poesía tuvo lugar en su Ayuntamiento, con motivo de las  I Jornadas de la Mujer Trabajadora en Fernán Núñez, Marzo de 1996. Ha participado en diversos actos poéticos tanto en Córdoba, Valencia o Ciudad Real.

Se siente atraída desde pequeña por las letras, escribe su primer poema La niña enamorada con doce años y desde entonces no ha dejado de describir. La adolescencia, el amor, sus lecturas de Bécquer, todo se mezcló y de allí salió el poema.  Se considera menos tímida que antes y está convencida que por eso empezó a escribir, porque no hablaba lo que sentía.

Ella piensa que de la misma manera que el fotógrafo capta una imagen y la congela para siempre en esa pequeña película, ella hace lo mismo, pero su película es un papel, ¿cómo no ponerle palabras a situaciones que le transmiten sentimientos? La ventaja de escribir es que puede hacer un collage de emociones, escribe lo que siente, lo que se imagina y gustaría, lo que nunca vendrá, lo que va encontrando y perdiendo, en definitiva, todo aquello que del exterior se incrusta en ella. Lo puede cambiar de género y de número, lo puede poner en activa para resaltar al sujeto o en pasiva, recorta esta emoción y la pega allí en aquel atardecer, o para este paisaje inventa una ternura y hace una composición de afectos, y en realidad así escribe. Sólo necesita sentir que le hablen de emociones: amor, odio, celos, rabia, un abrazo, una mirada, un olor, un gesto como el que se marchen todos y solo se quede la persona que más le importa…