“ por Mar Molina (Madrid, 1918 “ Barcelona,
2003)
"No quería olvidar; olvidar es convertir en cenizas la parte más larga de tu
vida, porque el olvido llega cuando casi ya no vives. Olvidar es un
despilfarro, es quedarte sin nada, con las manos vacías y la mente vacía".
(Juana Doña. Gente de Abajo).
No dejar de pensar que la modestia y el silencio de que hacemos gala las
mujeres, lleve a los hombres a obviar y, por lo tanto, desmerecer la lucha y
los méritos de las mujeres.
Juana Doña, 16 de julio de 1961.
Prisión de Mujeres de Alcalá.
"Cárcel de Ventas. Símbolo de todas las cárceles de mujeres de este país. De
ella sacaron el mayor número de mujeres para ser ejecutadas. (¦) Cárcel de
Ventas. Su capacidad era para quinientas presas. Hacinaron a catorce mil.
Todas torturadas, rapadas, humilladas, cientos de ellas violadas. El
hacinamiento les abocaba a los parásitos y la sarna. (¦) En cada pueblo y
ciudad había prisiones de mujeres. Todas fueron maltratadas y medidas con la
misma vara que nuestros presos hermanos. Sólo que ellos no fueron violados.
Ni en sus brazos murieron sus pequeños hijos:
comidos por el hambre¦ ("los parásitos y la sarna"). (¦) Las torturas y los
largos años de prisión los sufrieron con la misma fortaleza y dignidad que
los hombres. ¿Por qué las mujeres somos aun silenciadas? ¿Y los avances de
la democracia? Todavía somos un valor cero. (¦) Abramos los ojos, pues si no
siempre seremos tuertos." (Los parásitos y la sarna, Juana Doña).
Recuerdo que hace ya algunos años, estaba en Madrid explorando las
estanterías de la Librería de Mujeres, que andan siempre plagadas de libros
por descubrir y en los que zambullirse, cuando encontré un pequeño tesoro.
El libro se llamaba "Desde la noche y la niebla" (mujeres en las cárceles
franquistas) y había sido escrito por una tal Juana Doña. Aquel libro me
descubrió el infierno de la dictadura, la represión, los fusilamientos
sumarísimos. Lo devoré.
Era una ventana abierta al olvido premeditado, una ventana que reconstruía
las cenizas de las mentiras, el dolor de las gentes que lucharon por la
libertad y la democracia de este país.
El manuscrito me incitó a la búsqueda de la escritora, necesitaba conocer a
la persona que lo había escrito, no sabía porqué, pero mi curiosidad por
hablar con ella me desbordaba. Después de algunas indagaciones puede
contactar con Juana. Al otro lado del teléfono, una voz dulce y joven me
contestó. Yo sabía que no era una jovencita, pero era como si todos esos
años de cárcel (18 en las prisiones más inmundas¦ Segovia, Guadalajara,
Alcalá¦), le hubiesen detenido la vida. Una voz que sobrecogía cuando
hablando de las cosas más dolorosas se mostraba firme y clara.
Lo mejor para conocer a una persona que incitaba tantas preguntas y que
podía conocer tantas respuestas era organizar una charla, y así lo hicimos.
Fijamos una fecha y fuimos a recogerla a su casa. Sin lugar a dudas ha sido
uno de mis viajes a Madrid más emocionantes y divertidos.
"Se contaban epopeyas de las cárceles masculinas y las heroicidades de sus
protagonistas, se rompía el cerco de la censura y en la más negra
clandestinidad se divulgaban acciones y sufrimientos protagonizados por los
luchadores-hombres. Rara vez se hablaba o escribía sobre las heroicidades de
las luchadoras- mujeres. (¦) Se puede contar con los dedos de las manos, lo
que fuera y dentro del país se ha impreso para denunciar y poner al desnudo
las iniquidades que las mujeres han sufrido y sufren en las cárceles de
nuestra geografía. A las mujeres se les ha dedicado unas líneas apenas, en
este río de volúmenes que se ha escrito sobre la guerra civil y la
resistencia en nuestro país".
(Juana Doña. Desde la noche y la niebla).
En aquella charla descubrimos que la novela que yo había leído era algo más
que una memoria del olvido, era una reivindicación de la lucha de las
mujeres contra el franquismo y buscaba situar a todas estas anónimas y
valientes mujeres en las páginas de la historia que el miedo y las mentiras
de la dictadura les fue negando.
"Y hoy que casi todo parece vergonzante, quiero simbolizar en ellos a los
millones de entregas calladas, porque son el patrimonio de todos los que
siguen luchando por un mundo más humano".
(Juana Doña. Gente de Abajo).
Rescató los baúles del dolor de cientos de mujeres y les puso nombre a las
luchadoras, contó sus vidas a través de una novela dolorosa y difícil,
porque implicaba revivir unos años ignominiosos.
"Por ultimo quiero aclarar, que este relato es un testimonio de mujeres,
pero no feminista. De haberlo escrito hoy, hubiese profundizado más en las
raíces de por qué la mujer en todos los tiempos y circunstancias lleva la
peor parte, hubiese reflejado que hay toda una gama de atrocidades y de
opresiones que se ejercen sobre la mujer, por el solo hecho de serlo".
(Juana Doña. Desde la noche y la niebla).
El manuscrito lo escribió en 1967, en su casa, en las servilletas de los
bares, todo era útil para rescribir los recuerdos según le afloraban y dar
estructura a todas aquellas vidas rotas. Recuerdo que decía con su infinita
modestia que "en su época fue un best- seller".
"Yo era comunista y pensaba que el comunismo lo representaba todo; nunca
había pensado en el feminismo. Estuve en una reunión de las feministas, me
traje material que leí con mucho interés. Ahí me di cuenta de que yo no
estaba emancipada, que sí tenía una ideología revolucionaria. Descubrí que a
mí me faltaba una pierna; con el feminismo ya estaba segura, firme. Yo soy
comunista y feminista. Y de ahí hice una organización, que se llamaba
Movimiento por la Liberación e Igualdad de la Mujer y una revista feminista,
'Sal', de cuya dirección participé nueve años". (Juana Doña, declaraciones a
Mundo Obrero) Juana Doña tuvo una trayectoria militante y comprometida, fue
miembro de Comité Central del Partido Comunista de España. Su lucha durante
la Guerra Civil y posteriormente en la Guerrilla del Llano le valió la
condena de pena de muerte (fue la última mujer condenada en España a la pena
capital de 1947). Se la conmutaron por 30 años de cárcel. Militó en el
sindicato Comisiones Obreras en la clandestinidad y cuando fue legalizado.
Desde 1977 colaboraba con Mundo Obrero.
"Nos metieron en trenes de ganado para trasladarnos del campo de
concentración. Y ahí los niños se murieron porque los dejaron a pleno sol.
Unos guardias civiles se acercaron y dijeron: "¡Cómo huele esto!" Y les
dijimos: "Porque hay mierda y dos niñas muertas". Y entonces las madres
tuvieron que dejar a las niñas muertas en el andén y entrar otra vez al
vagón para llevarlas presas a Madrid." (Juana Doña, declaraciones en un
documental para la televisión catalana).
Nunca dejó de mirar la vida y de luchar contra las injusticias, esgrimió la
pluma para denunciarlas e intentó se siempre un altavoz contra el olvido.
El día que la conocí me explico que todavía tenía que escribir otro libro,
un libro sobre su compañero, sobre su amor, sobre sus pérdidas, sobre la
traición y lo que la guerra le robó de por vida. Me decía que era muy
doloroso escribir sobre él, que se le partía el corazón, que era una herida
que nunca había dejado de sangrar.
Abría y cerraba la carpeta una y otra vez y las fuerzas se le mermaban. Pero
ese libro era una deuda personal para con Eugenio Mesón (Genio), el amor de
su vida.
"Todo fue grande, colectivo de héroes y verdugos. Envolvente para la mayoría
de la humanidad. Aquí aparece un expediente que se singularizó, por el valor
real de su testimonio, por la verdad aclaratoria del final de nuestra
guerra" (Juana Doña. Querido Eugenio).
Querido Eugenio, es una larga e intensa carta de amor como contestación a la
ultima carta que Genio le escribió estando en capilla en julio de 1941,
antes de ser fusilado y después de un juicio cargado de mentiras y
falsedades. Es una declaración de amor incondicional más allá de las frías
paredes del tiempo. Un libro necesario para la memoria y para la dignidad de
los comunistas que fueron asesinados en el genocidio que se perpetró en
España una vez acabada la Guerra Civil.
"Gracias a vosotros por ver, sentir y luchar. Y gracias porque aquella noche
será imborrable mientras vivamos. Yo también te amaré en esa `eternidad de
la nada´. Y me despido de ti porque de alguna manera morí contigo. Aún
conservo aquellos besos fríos que te di en aquella caja de pino". (Juana
Doña. Querido Eugenio).
Cuando acabé de leer el libro, a principios del mes de septiembre, la llamé
por teléfono para decirle lo conmovedor que era. Ella con esa serenidad tan
característica, esa voz firme y dulce me dijo: "Si está gustando mucho el
libro, me está llamando mucha gente para decírmelo". Le comenté que era como
si hubiese completado una trilogía. Ella me respondió que "sí de alguna
manera es así".
Seguimos hablando, y no se cómo, me confesó "Mar me estoy muriendo. Me han
diagnosticado un cáncer, me queda muy poco tiempo y me voy a Barcelona con
mi hijo". Me quedé impactada.
Me dio por pensar que la vida, una vez que había cumplido su promesa para
con Eugenio, le había dado licencia para descansar.
"Hay gentes que dicen sentir sólo el futuro, que el pasado ya se fue. No es
verdad, estamos hechos del pasado, el futuro es impredecible, nunca sabes si
tendrás futuro". (Juana Doña.
Querido Eugenio).
El día 18 de octubre, la muerte había hecho dos reservas, la otra fue para
Manuel Vázquez Montalbán, que había prologado su último libro y que la
definía como "la segunda dama del movimiento comunista español", después de
Pasionaria.
"Falta mucho para que cambie el mundo, y yo me moriré sin verlo, pero con la
idea de que cambiará. Pensar de otra manera sería reconocer que toda mi vida
ha fracasado". (Juana Doña. El Mundo.
3 de marzo de 2002).
Tal vez el destino haya querido que sea Manuel quien prologue la novela que
Eugenio y Juana terminarán de escribir ahora, donde quiera que se
encuentren.
"Adiós mi amor a ver si te encuentro entre las estrellas". (Juana Doña.
Querido Eugenio).
Bibliografía imprescindible:
- Mujer (1977)
- Desde la noche y la niebla (mujeres en las cárceles franquistas). Juana
Doña Jiménez. Novela-testimonio. Prologo de Alfonso Sastre. Madrid. La
Torre, 1978.
- Gente de abajo (no me arrepiento de nada). Juana Doña Jiménez. Prólogo
Manuel Vázquez Montalbán. Madrid. A-Z Ediciones y Publicaciones, 1992.
- Querido Eugenio (una carta de amor al otro lado del tiempo).
Juana Doña Jiménez. Prólogo de Manuel Vázquez Montalbán.
Barcelona. Lumen, 2003.
NOTA BENE: esta es la mujer que estaba condenada a muerte, pena que Franco
no hizo efectiva a pedido de Eva Perón. ( Marta Zabaleta)
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